De
poeta sólo tengo una cremallera rota
y una tumba por estrenar
No
tengo versos, ni ramos, ni amor perdido.
Ni
siquiera tengo una puta musa.
Tengo
cuadernos vacíos, muchos, y alguno empezado que se traspapeló.
Tengo
bolsas de basura con tus recuerdos y listas de nombres:
Alejandro
Jorge
Jordi (¿Casualidad? No lo creo)
Nacho
Israel, Iván… Javier
Me
completan obsesiones y hago puzzles con las palabras. Me completan obsesiones.
Obsesiones. Obsesiones…
También
tengo deseos… y obsesiones
…y obsesiones
Pero
de poeta no tengo más que una colección de bolígrafos gastados, mordidos y
olvidados en algún autobús.
Y 1001 palabras que no me atreveré a recitar.
Quizás
tengo más de lo que creo pero aún menos de lo que me gustaría.
De
poeta me sobra un café sin azúcar y 500 noches
masturbándome.
¿O fueron 19 días sin follar?
También
tengo insomnio y a Lorca en la mesilla de noche.
De
poeta lo veo todo en prosa.
A ciegas lo veo todo mejor. Borracha y
fumada.
A ciegas me callo lo que no quieres oír. A
ciegas huelo el otoño en tu piel.
A ciegas escribo para creerme poeta y creerme, que por lo menos,
algo tengo.