Se me ha metido un tictac en el ojo; sopla y derríbame la viga.
Sácame las castañas del hielo y arrópame cuando me despierte.
Eres fugaz, casi eterno, mi centauro de la armadura birllante. Galopa por los segundos y deja que los héroes se construyan su propio pedestal, que ya te armaré yo un busto en la Gran Vía, pieza por pieza.
Mírame directo a los ojos y hazte piedra.
Matemos el mito, hagamos leyenda.
Ester Sinatxe