Creía que tenía el tiempo en mis manos, y de mis dedos se escapa otro adiós a una oportunidad que nunca me dieron. Quizás sea mi inclinación al imposible, a la señal de peligro; quizás sea solo mi imaginación que tiene vida propia y ha soltado las cuerdas que me vuelven loca y me desatan.
Ideas, brillos, destellos, reflejos de un deseo contenido, de esos besos que no has dado (como cantaba Sabina)
Y otra vez mis latidos han corrido más que mis piernas por calles que nunca habían pisado, hasta llegar a tu puerta tirándola abajo. Me he encontrado una casa vacía, un abrazo olvidado en una esquina y mis maletas ya hechas.
No hay vuelta atrás cuando tus huellas se han perdido en el camino.
Ester Sinatxe
19 Noviembre 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario